Cabaña de la cascada de Asón

Soñar sencillamente con estar en una cabaña al lado de la montaña. En lo alto del valle una cascada desciende por la pared vertical arrullando la mañana con húmedos susurros. Sentir el sol abrazando los terrenos que puede alcanzar con sus manos verticales; percibir su anhelo por atrapar las sombras esquivas.

Imaginar la punzada doliente del acebo, conversar a contraluz, escuchar el profundo contacto con las raíces de la tierra.

Navegar sobre la corriente, ascender hasta donde salpica la tarde. Disfrutar de un sorbo de vida a manos llenas…

Acabo de terminar de leer un libro titulado Demon Copperhead de Barbara Kingsolver. Me ha tenido atrapado en su mundo de paladar intenso. Estoy recuperándome de un proceso vírico que me ha permitido asomarme a la fragilidad que me conforma. Escribo de nuevo sobre las fotografías una amalgama de prosa y verso. Aunque ahora no puedas verlo, el mar preside el horizonte mientras la lluvia golpea los cristales.

Me siento cada día en lo alto de la cofa escudriñando el horizonte para marcar el rumbo adecuado. Triste sería navegar a la contra. Me imagino en el puente al lado del capitán, como si mi voz fuera la que ordena el movimiento del barco.

Me escapo por las fisuras, como agua de deshielo.

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La serie completa contiene 105 fotos disponibles pinchando en el enlace: flickr

En otra ocasión visitamos los Collados del Asón.

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Roberto Molero

Tejeda de Tosande

Nos adentramos esta semana en la montaña palentina. La carretera se vuelve camino y el camino sendero que entre los árboles se abre paso a las entrañas del bosque. Llueve.

Las dificultades llegan de forma aleatoria en grupos desordenados que nos impactan en la piel. A veces nos acomodamos, otras nos superamos, caemos abatidos o nos levantamos con heridas por curar.

La suerte existe. Casi todos, incluso aquellos que niegan su existencia. la hemos visto. Hay quien asegura poseerla, otros que siempre les da la espalda, pero la suerte realmente no respeta a sus supuestos dueños. Se extiende por el mundo a su antojo sin rendir cuentas a nadie y tiene un corazón libre y salvaje.

Barbara Kingsolver obtuvo el prestigios premio Pulitzer 2023 con su novela Demon Copperhead. Me he entregado a sus páginas como agua en tierra seca. Me parece realmente un libro extraordinario.

El tiempo deja su marca en todos lados. Nadie puede escapar a su influencia. En la montaña viven árboles centenarios. La pared fósil nos muestra un legado de miles de años. La fotografía sostiene un instante diminuto en el aire para congelarlo en un intervalo condenado a desaparecer, como nosotros y todo lo que conocemos.

Desparramo la muestra de fotografías sobre esta página destinada a ese fin. Ejercicio repetido. Imagino el momento en que alguien encuentre un atisbo de belleza entre las ramas extendidas. Siempre se agradece su abrazo aunque se viva en la abundancia.

Silvia cumple 21 años. Día de fiesta. Espero que el catarro que me incomoda me abandone para siempre lo antes posible.

Verás un animal asustado con el que nos tropezamos por casualidad y el viento que nos voltea el paraguas dejándonos indefensos ante la lluvia insistente. Una manta de hojas secas multicolor. El día sigue su curso.

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La serie completa consta de 90 fotografías disponibles aquÍ: Flickr

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Roberto Molero

80 cumpleaños

En la mayor parte de las casas se almacenan las fotografías en sus libros, pegadas a sus hojas y acompañadas de sus recuerdos. Me he dado cuenta que casi siempre el tema principal gira en torno a alguna celebración: un bautizo, una boda, un cumpleaños, etc. Actualmente se han añadido los viajes como evento digno de fotografiar. La memoria se agarra a la imagen fijando sus ideas y dejando el espacio suficiente para rellenar los huecos en blanco que deja el olvido.

Al aprender algunos fundamentos de fotografía, los aficionados empezamos a retratar paisajes, arbolitos, gotas de lluvia, motas de polvo en el espacio interestelar y zapatos solitarios entre los escombros. Una costumbre a menudo perniciosa y a veces desafortunada.

Esta semana vuelvo a los orígenes, pues no hay nada mejor que retratar lo que debe celebrarse. Rebuscar entre los rincones un motivo para recordar las luces de la vida, vestirnos con nuestra mejor sonrisa y añadir un nuevo abrazo a los acumulados entre los amigos de siempre.

Levanto mi copa para brindar con Fernando por su 80 cumpleaños con todos los que acudieron y con los que desearon hacerlo. Por el tiempo pasado y por el que ha de venir.

En un mundo que gira demasiado rápido es necesario buscar espacios en blanco para escribir algún párrafo a nuestro antojo.

Felicidades a Fernando y a todo el mundo que encuentre un motivo para alegrarse.

Lo último que aprendí del Kanka (cantautor de mi agrado) es a brindar de forma preventiva por si algo saliera bien. Me parece una filosofía de vida maravillosa.

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La última fotografía se va acercando peligrosamente a la serie realizada en color. Las fotografías no son las mismas. La colección completa es extensa. Contiene 239 imágenes. Están disponibles como siempre pinchando en el enlace: Flickr

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Roberto Molero

Islandia

Aquí termina la serie más extensa que he publicado en este blog. Se iniciaba a mediados de Diciembre del año pasado (Reikiavic), para extenderse semana tras semana hasta este último post que tenemos a disposición.

Aquel día de Octubre que mi hermano y yo llegamos al aeropuerto de la isla, nuestras maletas no estaban circulando por la cinta, ni por ningún otro sitio visible.

Lo gracioso del tema es que en el equipaje de mano llevábamos solamente el equipo fotográfico, de manera que toda la ropa de abrigo se hallaba en paradero desconocido.

Probamos la brisa local en mangas de camisa, pero afortunadamente a las 48 horas recuperamos nuestras pertenencias.

Nos movimos a nuestro aire con un coche de alquiler. Recorrimos toda la periferia haciendo fotografías como si hubiéramos venido a ello. Probablemente así fue.

El paisaje resultaba extraordinario. Supongo que la novedad siempre tiene mayor poder de sorprender.

Hay un enlace que te lleva directamente a todas las fotografías seleccionadas de este viaje y contiene 1606 imágenes (Hice más de 15.000, de modo que hay una selección). Puedes navegar por esa enorme recopilación desde este enlace: Islandia. Sorprende la diversidad que refleja esta gran cantidad de archivos.

También te invito a pasear por la versión en blanco y negro de algunas de las imágenes. El color ha sido un elemento esencial, sin embargo, algunas escenas las he imaginado en este formato monocromo ahondando en la sensación de vacío.

El enlace contiene 292 fotos. Algunas decidieron conservar en el cielo algunos colores de los que no quisieron desprenderse: Islandia Bn

Este último post tiene tres partes. En la primera hay una playa de arena negra volcánica con sus rocas desafiando al poder del mar. Muchas fotografías se realizaron desde el coche en marcha hacia nuevos destinos.

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Serie completa 47 fotos pinchando aquí: Flickr

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La segunda parte retrata al caballo islandés. Una especie muy extendida que es muy frecuente observar en la praderas, como ocurre con las ovejas. Son muy resistentes y sufren pocas enfermedades.

 En 1780 una gran parte de su población autóctona falleció debido a la erupción del volcán Laki.​

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Serie completa caballos con 18 fotografías: Flickr

En tercer y último lugar está la serie tomada en la zona geotérmica de Geisir. Recuerdo de niño haber estudiado la existencia de estos fenómenos extraordinarios. Fuentes termales que periódicamente emiten su vómito de agua y vapor al espacio.

Ver las aguas hirviendo en la propia tierra resulta tentador para el español medio, por su posibilidad de usar el poder calorífico con fines culinarios.

Gracias por llegar tan lejos. Espero que hayas disfrutado en algún trayecto del viaje.

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La serie completa de zona geotérmica de Geysir con 37 fotos: Flickr

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Roberto Molero

Parque nacional de Thingvelir

Aquí mismo, en el salón de la casa, al abrigo de las inclemencias se desenvuelve el más extraordinario de los regalos.

Ahora mismo, cuando el reloj marca sus horas intempestivas, discurren los segundos por un campo nunca antes transitado por nadie.

Muchas veces me paro a saborear esta sensación de estar viviendo en el último de los tiempos. A menudo me hago consciente de la singularidad que pertenece a cada instante de nuestra vida. Cada segundo circula irrepetible por el tobogán de la vida.

Yo he tardado años en darme cuenta de lo rápido que se gasta el tiempo. De niño jugaba en campos de infinitas dimensiones, como es natural, pero durante muchos años he derrochado las horas que manaban incesantes de una fuente inagotable.

Tal vez hacerse mayor tiene que ver con esto. La línea temporal se dibuja en un lugar visible.

De inmediato aprendí que la urgencia por desgranar cada instante resultaba inútil. «Vísteme despacio, que tengo prisa». La verdad que encierra el saber popular a veces brilla como un faro en la oscuridad.

Comparto la penúltima serie de Islandia en este momento único.(Como lo son todos). Hacerlo es una decisión relevante, por lo precioso que es el tesoro que alimenta la vida,

Dejarlo circular por el tiempo que te pertenece es emplear una de las cosas más valiosas que tienes. A veces veo muy claramente este intercambio de regalos. A pesar de la distancia que provoca el mundo virtual, de la falta de oxígeno y de caricia en la piel, a menudo siento una conexión capaz de supera todos los obstáculos.

En el parque que puedes ves a continuación la tierra está rota. Sus heridas están expuestas a la incertidumbre y han abandonado toda posibilidad de protección.

Se muestra sin coraza, vestida de una aparente fragilidad. Repasando cada imagen, recorriendo las aristas de su espacio, a cada paso, voy comprendiendo su engaño. En su desnudez no hay vulnerabilidad, No tiene nada que perder, y esa fortaleza, supera todas las demás consideraciones.

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La serie completa está formada por 112 fotografías disponibles en el enlace: Flickr

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Roberto Molero

Lago glaciar de Jokulsarlón

La mañana se despierta sedienta de su blanco roto. Pronto la luz lo transformará todo vertiginosamente y con un espectro irreal se iluminará el cielo. El viaje se alimenta de su ruta más allá de su destino.

Los enormes bloques de hielo flotan estables. Impasibles de apariencia no esconden su rostro y duermen apacibles en el lago.

El color del cielo se copia del mar. ¿O era al contrario? ¿No había leído en alguna parte que el agua es incolora? Y al aire ¿Qué azul le pertenece? El terreno agrietado de hoy ¿imita al que se rompió antaño o es pionero de sus fracasos?

Me veo dibujado en este cuadro helado, aferrado a la incertidumbre bajo la aparente firmeza, renovado en fragmentos de diminutas gotas invisibles que transforman mi esencia.

Desciendo por la pendiente dejando que las 18 fotografías que se muestran hoy en este espacio se cobren su tarifa. Encuentro en ellas una belleza profunda me que acaricia el alma. A veces, incluso puedo sentirla atravesar mis muros y llegar donde sangran las entrañan en los días grises.

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La serie completa contiene 86 fotografías disponibles en Flickr

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Roberto Molero

Glaciar Skaftafellsjokull

El paisaje que vamos descubriendo en nuestro viaje a Islandia va adquiriendo fuerza, presencia, admiración y dramatismo. Hay elementos de innegable novedad, composiciones singulares y una mezcla única que lo hace todo admirable.

El glaciar sorprende por sus dimensiones. Materia viva que serpentea en su imparable movimiento. Fuera de lugar, capaces de parar el tiempo, observamos al gigante entre sus millones de escamas.

Personalmente, Skatafellsjokull fue uno de los espacios que más me sorprendieron.

El conocimiento nos enseña que el glaciar tarda una semana en avanzar un metro. A simple vista parece dormido, cuando en realidad, se está produciendo un desplazamiento de una masa de dimensiones extraordinarias a una velocidad vertiginosa comparada con otros elementos de su entorno.

El tiempo es la trama por la que nos movemos como notas en un pentagrama. Los ritmos difieren extraordinariamente entre nosotros.

A veces encuentro un tesoro, un diamante en bruto en medio de la selva, una llave que me ha de llevar al umbral de la felicidad. De pronto pierdo la pista y me veo agarrado a un salvavidas de hielo en un mar tropical.

A veces miro un intervalo diminuto del movimiento, incapaz de comprender las dimensiones del giro completo.

Sigo al acecho, lanzando fotografías al mar helado, confiando en que lleguen a tu costa.

Entre tanto seguimos caminando, a veces lentos como la melaza o raudos como una liebre, dependiendo de quien sea el que nos observa.

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La serie completa consta de 72 fotografías disponibles en : Flickr

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Roberto Molero

Cascadas Svartifoss y Gullfoss

Ayer en Avilés acudimos a un concierto ofrecido por Rodrigo Cuevas en el Centro Niemeyer (Avilés). Una puesta en escena exquisita, baile, movimiento y una voz preciosa que llena todo el teatro. Su espectáculo resulta cercano, habla al oído, saltando la barrera que separa al escenario del mero espectador.

Se añade algo más al entretenimiento. Hay una alegría capaz de superar el drama y eso resulta alentador. Se habla de acoso, segregación, miedo y violencia. De tantas cosas que nos arañan la piel dejando cicatrices. Rodrigo las vive por dentro transformando ese dolor, depurando el odio y dejando fluir la vida por los derroteros de la Romería.

Aquí abajo sigue fluyendo la serie de Islandia en dos enclaves diferentes. La primera cascada se encuentra semioculta entre pareces volcánicas enladrilladas: Svartifoss.

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La serie de Svartifoss contiene 53 fotos. Incluye algunas imágenes de una playa de arena negra. Puedes verlas aquÍ: Flickr

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La segunda cascada sorprende por el enorme caudal. El agua atraviesa el terreno salvaje que no puede detener su viaje hacia el mar. Gullfoss.

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El enlace a la serie de Gullfoss contiene 42 fotografías disponibles pinchando en el enlace: Flickr

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Roberto Molero

Hverir. Carretera glaciar

Una vez más la vida me vuelve a recordar que tiene fecha de caducidad. Una llamada, mil recuerdos, una página en blanco, mensajes que se cruzan y esa sensación de pertenecer a un mundo que se mantiene en equilibrio inestable.

Una oveja islandesa me mira incapaz de comprender el hilo de mis elucubraciones. La especie se extiende y se multiplica dibujándose en su juego de renovación. El universo se mueve siguiendo su lógica sin sentimientos.

Nubes oscuras en un cielo incomprensible, una valla de madera incapaz y el humo constante que emerge de las entrañas de la tierra.

Hay también una carretera que se mantiene erguida. Atraviesa el terreno yermo acercándose a la lengua del glaciar que vive en la región helada.

La mente no cesa de moverse por los tiempos verbales. Del pretérito imperfecto al condicional, de futuro simple al pluscuamperfecto y hoy es el mayor de los regalos. Hay quien dice que por eso se llama presente.

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Los enlaces a las dos series están aquí: Hverir con 28 fotografías y carretera glaciar con 43.

Dedico este reportaje a mi queridísima tía Carmen, a sus patatas fritas y el amoroso cocinar. A su estar permanente, la sonrisa y aquellos jerseys de lana que confeccionaba para mis muñecos Geyperman cuando aún era un niño. Falleció ayer en León donde vivió durante más de 90 años. Descanse en paz.

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Roberto Molero

Fiordos (Islandia)

Estos días las preguntas de siempre tambalean mis cimientos. El mundo a veces resulta un lugar extraño. No es infrecuente observar como el casco del barco en el que nos movemos hace aguas. Los arreglos que prometieron ser definitivos se tornan provisionales.

Me gusta formar parte del equipo que pretende aportar soluciones. Achicar el agua sobrante con mi caldero y anudar de nuevo ese amarre que ha perdido tensión.

A veces me pregunto hacia donde nos movemos con tanta determinación. El movimiento constante le da un sentido rítmico a la historia. Las preguntas sin respuesta nadan a la deriva en un espacio vacío.

Te invito a internarte en el camino que recorre la parte este de la isla. Los enormes espacios, los detalles, el sendero que se adentra en la montaña y los saltos de agua que parecen multiplicarse. Se trata de una serie extensa que merece la pena desempaquetar y esparcirla sobre la mesa como el fluir de una película que precisa su tiempo para ser.

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Te he mostrado 42 fotografías. La serie completa se compone de 195 archivos disponibles en el enlace: flickr. Gracias por llegar tan lejos.

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Roberto Molero